Cuando Sánchez y su mujer fueron desarrollando sus trayectorias profesionales, ambos vieron cómo la mayoría de sus ingresos iban a parar a gastos básicos y al pago de la deuda del estudiante. Ya en 2021, el hombre de entonces 37 años alcanzó un patrimonio neto de un millón de dólares. Afirma que esto fue posible gracias al ahorro, a empleos secundarios y a la inversión en bienes inmuebles.

 

Sánchez creció como hijo único y aprendió de su padres a tener una mentalidad austera. En 2020 su mujer y él lanzaron Parent Portfolio, como resultado en parte de sus esfuerzos por lograr que sus dos hijos fuesen financieramente responsables.

Estas son las cinco reglas que Sánchez enseña a sus hijos:

El valor de las adquisiciones

El padre le enseña a sus retoños que un aumento de ingresos no implica un aumento de gastos. Sánchez comenta que no se trata de privarse de disfrutar los frutos del trabajo, sino más bien de desarrollar una mentalidad de ahorro.

También plantea tres cuestiones a sus hijos, cuando estos desean un juguete:

-¿Es algo que realmente necesitas?

-¿Te ves utilizándolo con frecuencia en el futuro?

-¿Hay opciones más baratas que provean del mismo servicio o sirvan para el mismo propósito?

El matrimonio también muestra a sus hijos su propio proceso de toma de decisiones, de manera que vean el valor de los bienes que adquieren y a los que dan un uso recurrente.

Ponerse límites de gasto

Aunque para muchas personas el hecho de preparar un presupuesto sueno a imponerse restricciones, para Sánchez en realidad se trata de un instrumento que le permite crear mayor libertad financiera. Al prevenir de realizar gastos excesivos, este ayuda a obtener dinero extra.

Por ejemplo, cuando dieron 40 dólares a uno de sus hijos para gastar en la feria del libro, este se vio obligado a valorar cuántas obras de valor (para él) podría adquirir con esa cantidad limitada. Además, Sánchez recalca la importancia de revisar y reajustar constantemente el presupuesto, según la situación de cada momento.

No ceder ante las tentaciones

Al navegar por las redes, no es extraño encontrarse a gente realizando fastuosos viajes y adquiriendo bienes de lujo. Por tanto, la pareja limita el tiempo de uso de sus hijos, algo que según ellos les quita presión. Concretamente, los niños tienen permitido utilizar las tablets tan solo dos horas al día, y exclusivamente durante los fines de semana.

Sánchez cuenta que también se esfuerzan para ser un buen ejemplo. No utilizan sus móviles en las comidas, y se sirven de aplicaciones especiales que limitan su uso de redes sociales a una hora diaria.

Conocer perfectamente el balance

En su labor por enseñar a sus hijos sobre tópicos complejos de dinero, el matrimonio se sirve de herramientas y ejemplos reales, así como de un lenguaje apropiado.

Por ejemplo, cuando acuden al lugar de un proyecto, presentan a sus hijos a los contratistas con los que trabajan. También utilizan elementos visuales, como esquemas donde ilustran las transacciones con bancos, prestamistas, inquilinos y propietarios.

Paciencia y constancia

Sánchez cuenta a sus hijos la fábula de la liebre y la tortuga, de la que todos conocen la moraleja: no triunfa quien corre, sino quien se toma su tiempo y esfuerzo. El mismo añade que, cuando sus hijos reciben pagas, estas van dirigidas directamente a sus cuentas bancarias.

"De momento, tu madre y yo somos responsables de proveerte de todas tus necesidades y deseos. Un banco es un lugar seguro para guardar tu dinero, porque permite que los fondos crezcan con el tiempo. Y cuando seas lo suficientemente mayor, podrás servirte de ese dinero para tus propios objetivos".

Sánchez finaliza su último consejo asegurando que, en un mundo de la inmediatez y de la gratificación instantánea, la importancia de enseñar a los hijos sobre la paciencia y el compromiso es incluso mayor.