Carrie, el nombre de la mujer de la foto, es una de las baristas que atiende para la tienda, la misma que fue captada por el lente de Tanya Hinsley, quien estaba con su hijo adolescente practicando cómo manejar un auto.

Mientras esperaban el turno de ambos, Tanya se percató que Carrie se acercó a uno de los clientes para orar a través de la ventanilla del autoservicio, lo mismo ocurrió cuando les tocó pedir su orden.

Ella contó a través de Facebook que tomó su orden y audazmente ofreció la oración para ella y su hijo, lo que a ambos les impresionó por la manera en que era tan empática y diligente en compartir su fe con otros.

“Mi hijo y yo estábamos discutiendo sobre cómo nos encantaba que ella dejara de hacer lo que estaba haciendo y fuera audaz en su fe y se preocupara lo suficiente como para orar con alguien”, explicó.

Tal ejemplo ella decidió compartirlo a través de sus redes sociales, y hacerle llegar a otros las buenas noticias que aun ocurren dentro de lo que actualmente sucede; acto que fue calificado como “bondadoso” en Facebook.

“Fue entonces cuando decidí tomar una foto, pero capté el final de la oración y decidí compartir este momento positivo con la esperanza de alegrar el día de alguien”, contó.

La publicación rápidamente se llenó de buenos comentarios para Carrie y Tanya, en el caso de la barista porque es un ejemplo de amabilidad y luz en Jesús para otros, y para la segunda por compartir que aun suceden este tipo de cosas.

“Estaba abrumada al final del día cuando vi cuántas veces se había compartido la publicación. ¡Y nos encantó leer las historias de todas las otras personas que ella ha bendecido simplemente por ser tan amable, orar por los demás y simplemente ser una luz para Jesús!”, expresó según God Updates.

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Según el mismo sitio, Tanya compartió todos los comentarios y reacciones que ha provocado esas oraciones con Carrie.

“Su corazón está lleno por las amables palabras, y creo que quedó impresionada”, compartió.

“Este acto de bondad y audacia en la fe que personas como Carrie dan a los demás a diario me da esperanza y me recuerda a mí misma y, con suerte, a los demás que ser amable y orar por alguien no cuesta nada. Nunca sabemos cuándo algo que decimos puede ayudar a salvar a alguien… literalmente», finalizó.