Sin duda, es uno de los lugares de Francia que no te puedes perder.
Es un pueblo de visita obligada para los peregrinos que van a Santiago de Compostela. Sorprende al primer vistazo, por el lugar en el que está construido, encima de un acantilado como desafiando a la ley de la gravedad. Es un pueblo cuya belleza te deja sin palabras.