Milwaukee tuvo un arranque de temporada 9-0 (perdieron el lunes contra Atlanta) pero no atrae como otros mercados. No son un equipo League Pass ni mucho menos, pero no conocen la derrota y eso es en gran parte por el monstruoso rendimiento del comodín griego. Su juego es practicidad pura y eficiencia: para alguien que tiene el físico más importante de toda la Liga no hacen falta recursos extraordinarios ni trucos de ilusionista para alcanzar las metas.

Tan es así que su falta de efectividad en tiros de tres puntos es el lunar que buscó Dios para que sepamos que se trata de un ser humano. Los Bucks son buenos más allá de Antetokoumnpo y lo demostraron en el triunfo cómodo ante Oklahoma City Thunder, cuando ganaron sin que él ingrese a la cancha. Pero si este equipo es un serio contendiente a ganar el trofeo Larry O'Brien, se debe al potencial que le da este superhéroe de Marvel noche a noche.

Giannis parece haber sido construido en un laboratorio: una réplica del Capitán América que eligió por un tiempo ser jugador de básquetbol. Pertenece a la generación del básquetbol 360°, capaz de hacer de todo y hacerlo bien. Ataca si hace falta, defiende si se lo necesita. 31 puntos, 12 rebotes y cinco asistencias promedia Giannis en sus primeros nueve partidos. Y es la segunda vez en su carrera que logra algo así, solo igualado por DeMarcus Cousins, Elgin Baylor y Jerry West en toda la historia de la NBA.

Claro que Antetokounmpo lo logró con un 54% de efectividad en tiros de cancha y ha empujado como líder a que su equipo tenga su mejor arranque de la historia. El básquetbol moderno se rinde a sus pies noche a noche, aunque la mayoría de seguidores se empeñe en querer demostrar lo contrario.

Además de su fuerza, está su velocidad. Giannis lidera la NBA en puntos en la pintura y está igualado en el liderazgo por la mayor cantidad de puntos convertidos en transición. Solo un jugador en las últimas 25 temporadas lideró ambos rubros en una liga entera. ¿Quién fue? Giannis Antetokounmpo en 2019-20.

Hay un colega de Antetokounmpo que ha sido vital en este comienzo, porque bien vale recordar que han logrado este arranque demoledor sin Khris Middleton fuera por lesión. Se trata de Jrue Holiday, otra super estrella defensiva -que hoy brilla en ataque- poco valorada en el mundo NBA.

Holiday registró, previo a la derrota con Atlanta y victoria contra OKC, cuatro partidos seguidos con 25 puntos convertidos, su máximo de carrera. Pero lo mejor de todo, y en esto Giannis es el estandarte principal, es la defensa de Milwaukee en este arranque. Es la mejor eficiencia defensiva de toda la NBA, permitiendo 101.9 puntos cada 100 posesiones, 2.8 unidades mejor que el equipo que viene después.

Según informa Second Spectrum, Milwaukee permitía antes del sábado solo 0.96 puntos de los rivales en ofensiva estacionada. Y Antetokounmpo había limitado a los oponentes a un 36.9% de campo siendo defensor primario, lo que era hasta el lunes el segundo porcentaje más bajo permitido entre 92 jugadores que han defendido al menos 100 tiros.

Pero lo más interesante del conjunto de Mike Budenholzer es que había limitado los tiros de tres puntos del rival, la gran atracción de los últimos tiempos en el básquetbol estadounidense. Giannis y compañía pasaron de permitir lanzar 40.6 triples por encuentro la temporada pasada a 32 en el actual curso. Es una diferencia enorme.

Y según informa ESPN Stats a través de Second Spectrum, han conseguido llevar al rival al embudo que desean, dado que permiten el menor rango de tiros de calidad del oponente en toda la NBA. Los Bucks, además, lideran la NBA en rebotes por partido, rebotes defensivos, porcentaje rebotero global y porcentaje rebotero en defensa. Los ofensivos los dominan los Rockets.

Giannis, la estrella sobrenatural de la Liga que destroza todos los apartados estadísticos, vuela bajo el radar. En un mercado chico, emerge una figura enorme.

El mundo del básquetbol elige hablar de todos menos de él. Sin embargo, llegando a abril, seguramente los flashes giren hacia este lado. Contra todo y contra todos, tendrá el reconocimiento que merece. Es solo una cuestión de tiempo.