Alégrate y disfruta, pero hazlo con prudencia

Alégrate, joven, en tu juventud; deja que tu corazón disfrute de la adolescencia. Sigue los impulsos de tu corazón y responde al estímulo de tus ojos, pero toma en cuenta que Dios te juzgará por todo esto. (Eclesiastés 11:9)

A Dios no le molesta que disfrutes la vida. ¡Todo lo contrario! Él desea que disfrutes tus años de juventud, que vivas la vida que él te ha regalado. Solo debes hacerlo de una forma prudente, basando tus acciones en lo que sabes que alegrará el corazón del Padre.


Justina Schinner

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