Porres señala que “los futuros profesores tienen que vivir una experiencia transformadora en su propia formación”, porque la formación docente no puede limitarse a aprender determinados contenidos y luego practicar cómo enseñarlos. La formación docente debe estar abierta al mundo para así entender cómo es la realidad y cómo será el futuro de los estudiantes a los que se va a formar. “El desafío”, dice, “es formar docentes que estén a la altura de las nuevas circunstancias”, y destaca diez rasgos distintivos que todo docente debería cumplir:
1. Trabajo en equipo: comprender el significado real de un equipo, valorar las capacidades y las destrezas de compañeros que pueden enriquecer la enseñanza y el aprendizaje.
Porres señala que “los futuros profesores tienen que vivir una experiencia transformadora en su propia formación”, porque la formación docente no puede limitarse a aprender determinados contenidos y luego practicar cómo enseñarlos. La formación docente debe estar abierta al mundo para así entender cómo es la realidad y cómo será el futuro de los estudiantes a los que se va a formar. “El desafío”, dice, “es formar docentes que estén a la altura de las nuevas circunstancias”, y destaca diez rasgos distintivos que todo docente debería cumplir:
2. Desarrollo profesional continuo: la formación no acaba en el magisterio, sino que es una parte fundamental del proceso de aprendizaje que se debe seguir construyendo
3. Inteligencia emocional: abarca la gestionar de emociones, ser empáticos, entusiastas y motivadores de los aprendizajes de sus alumnos, a quienes conciben en su integralidad
4. Innovación: innovar no es solo hacer algo nuevo, sino mejorar lo que ya hacían y cambiar algo que podría limitar el deseo de aprender de los alumnos,
5. Educación del carácter y las virtudes: se apunta a formar ciudadanos que no solo dominen la técnica sino que, a través del ejemplo del docente, puedan desarrollar valores como la justicia, la honestidad, el respeto y el bien común.
6. Atención a la diversidad: reconocer las diferencias que son inherentes al ser humano y que están presentes en cualquier proceso de enseñanza y de aprendizaje
7. Clima escolar: el buen clima del aula y de la escuela es clave para lograr aprendizajes profundos
8. Liderazgo distribuido: el trabajo diario requiere de las competencias de cada miembro de su comunidad educativa, lo que implica una actitud de escucha, humildad, autocrítica y consenso, para lograr ubicar al estudiante en el centro.
9. Humanizar la tecnología: la integración de la tecnología en la enseñanza puede ayudar a humanizar el proceso de aprendizaje al adaptar las circunstancias de los estudiantes y potenciar la relación con ellos.
10. Comunidad profesional de aprendizaje: gracias a la participación de toda la comunidad escolar se pueden establecer objetivos comunes y posibilitar un cambio profundo y de mayor alcance.